MEDICIÓN DE AMONIACO (NH3) EN ESPACIOS CONFINADOS

INTRODUCCIÓN A LA MEDICIÓN DE AMONIACO

El amoniaco (NH3) es un gas incoloro, tóxico e inflamable formado por la reacción del nitrógeno con el hidrógeno.

Es un gas maloliente, omnipresente y peligroso.

Aunque el amoniaco tiene un fuerte olor a naftalina, es particularmente dañino en niveles excesivos y exposición prolongada a los humanos.

Es uno de los gases que más comúnmente toman parte en fugas o escapes en instalaciones industriales de todo tipo. Hay más fugas de amoniaco al año que cualquier otro gas tóxico. El amoniaco, y junto con el monóxido de carbono, causan la mayoría de las lesiones relacionadas con el atmósferas tóxicas.

 

https://www.elmundo.es/cataluna/2021/06/14/60c6ee4121efa0ef668b4630.html

https://elpais.com/ccaa/2019/05/31/catalunya/1559289626_834278.html

 

Una inhalación de 10,000 ppm (1% por volumen) de amoniaco es suficiente para matar a alguien, pero igualmente los supervivientes de la intoxicación por amoniaco pueden sufrir secuelas desagradables como daño pulmonar.

Los síntomas de la intoxicación por amoniaco son: Tos, irritación de los pulmones y la garganta y sensación de ardor.

El amoniaco se usa comúnmente como refrigerante industrial, también conocido como refrigerante R717. A diferencia de los CFC, el amoniaco no contiene carbono y no es un gas de efecto invernadero, sin embargo, es más tóxico y explosivo que los CFC típicamente inertes. Se encuentra comúnmente en las industrias de la alimentación, la elaboración de cerveza, productos congelados y fabricación de hielo, pero puede ocurrir en cualquier lugar donde se utilice refrigeración industrial. También es un subproducto común de la industria química que se utiliza en fertilizantes.

 

CARACTERÍSTICAS DEL AMONIACO DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA SEGURIDAD

• Toxicidad: El amoníaco es altamente tóxico para los seres humanos y otros animales. La inhalación de altas concentraciones de amoníaco puede causar irritación severa de las vías respiratorias, dificultad para respirar e incluso la muerte en casos extremos.
• Irritación: El amoníaco es extremadamente irritante para la piel, los ojos y las vías respiratorias. El contacto directo con la piel puede provocar quemaduras químicas y lesiones graves. Si el amoníaco entra en contacto con los ojos, puede causar daños oculares graves e incluso la ceguera.
• Inflamabilidad: El amoníaco es un gas inflamable en ciertas concentraciones en el aire. Si se combina con una fuente de ignición adecuada, como una chispa o una llama abierta, puede explotar. Por lo tanto, se debe tener precaución al manipular amoníaco cerca de fuentes de calor o fuego.

 

El LEL (Límite Inferior de Explosividad, por sus siglas en inglés) es la concentración mínima de un gas o vapor en el aire que es capaz de formar una mezcla explosiva si se encuentra en presencia de una fuente de ignición. En el caso del amoníaco, el LEL es del 15% en volumen.

Esto significa que si la concentración de amoníaco en el aire es inferior al 15%, no hay suficiente cantidad del gas para que se forme una mezcla explosiva, aunque esté presente una fuente de ignición. Sin embargo, si la concentración de amoníaco en el aire alcanza o supera el 15%, existe el riesgo de que se forme una mezcla explosiva si se produce una chispa, una llama abierta u otra fuente de ignición.

 

EFECTOS EN EL CUERPO HUMANO DE LA EXPOSICIÓN A AMONIACO (NH3)

Dada su alta solubilidad en agua y alcalinidad, la exposición aguda a NH3 afecta principalmente la piel y las mucosas, generando síntomas irritativos y quemaduras a nivel ocular, cutáneo, respiratorio y digestivo (si es ingerido), que en caso de exposición a altas concentraciones se acompañan de perdida de  conciencia y problemas cardiovasculares.

En el sistema respiratorio la inhalación aguda de NH3, en altas concentraciones y por período prolongado, afecta desde la mucosa nasal hasta el alvéolo, pudiendo resultar en quemaduras nasofaríngea y traqueal, obstrucción de la vía aérea, bronquiolitis, alveolitis, edema pulmonar no cardiogénico, falla respiratoria y muerte. Si el paciente sobrevive, generalmente se presentan lesiones crónicas incapacitantes, tales como bronquiectasias y bronquiolitis obliterante.

 

 

El amoniaco se ha relacionado con la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). 

El amoniaco es más soluble en agua que cualquier otro gas. Cuando el amoniaco ingresa al cuerpo reacciona con el agua presente para producir hidróxido de amonio que es un alcalino corrosivo, esto es lo que causa todo el daño dentro del cuerpo. 

 

Exposición a niveles bajos a moderados:

• Irritación de los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones: La exposición a niveles bajos a moderados de amoniaco puede causar irritación en los ojos, lo que puede resultar en enrojecimiento, lagrimeo y sensación de quemazón. También puede irritar la nariz, la garganta y los pulmones, provocando tos, dificultad para respirar y sensación de opresión en el pecho.

Exposición a niveles altos:

• Irritación respiratoria severa: La exposición a niveles altos de amoniaco puede causar una irritación respiratoria severa, lo que resulta en dificultad para respirar, tos intensa, sibilancias y opresión en el pecho. Esto puede ser especialmente peligroso para las personas con problemas respiratorios preexistentes, como el asma.

• Lesiones oculares: La exposición a niveles altos de amoniaco puede causar daños oculares graves, incluyendo quemaduras en la córnea y la conjuntiva. Esto puede provocar visión borrosa, dolor ocular intenso, sensibilidad a la luz y, en casos graves, daño permanente a la visión.

• Lesiones cutáneas: El amoniaco puede causar irritación y quemaduras en la piel, especialmente en áreas húmedas o sensibles. Esto puede resultar en enrojecimiento, inflamación, dolor y formación de ampollas.

• Efectos sistémicos: En casos de exposiciones extremadamente altas, el amoniaco puede ser absorbido por el torrente sanguíneo y tener efectos sistémicos en el cuerpo. Esto puede incluir síntomas como mareos, náuseas, vómitos, dolor abdominal, taquicardia y cambios en la presión arterial.

 

VALORES LIMITE AMBIENTAL DE EXPOSICIÓN A AMONIACO (NH3)

Para proteger la salud de los trabajadores, se establecen límites de exposición al amoníaco publicados por el INSHT y revisados regularmente:

• VLA-ED (Valor Límite Ambiental – Exposición Diaria, 8 horas): 20 ppm
• VLA-EC (Valor Límite Ambiental – Exposición Corta, 15 minutos): 50 ppm

Estos valores son fundamentales para la planificación de la seguridad en entornos laborales, especialmente en espacios confinados donde las concentraciones de amoníaco pueden aumentar rápidamente.

Dichos valores se utilizan para configurar las alarmas de los detectores de gases para NH3.

 

CLAVES PARA LA DETECCIÓN Y MEDICIÓN DE AMONIACO (NH3) EN ESPACIOS CONFINADOS

La detección y medición de amoniaco en espacios confinados son esenciales para prevenir accidentes y proteger la salud de los trabajadores.

1. Uso de Detectores de Gases Portátiles: Los detectores de gases portátiles son herramientas indispensables en la medición de amoniaco en espacios confinados. Estos dispositivos deben estar calibrados y ser capaces de detectar concentraciones de NH3 en tiempo real, emitiendo alertas cuando los niveles superen los valores límite permitidos.

 

Detector monogas para NH3	Detector multigas con sensor para NH3

Para garantizar un correcto funcionamiento de los equipos de medición de amoniaco es indispensable recordar que se debe realizar la calibración de los detectores de gases con la periodicidad indicada por el fabricante.

1. Medición de amoniaco previa entrada: Antes de entrar en un espacio confinado, es vital realizar una inspección previa que incluya la medición de amoníaco en diferentes puntos y alturas del espacio. Esto garantiza que el ambiente sea seguro para la entrada.
2. Monitorización en continuo: En entornos donde la concentración de amoníaco puede variar rápidamente, además de la medición de amoniaco es crucial utilizar sistemas de monitoreo continuo. Estos sistemas proporcionan datos en tiempo real y permiten la activación de medidas de emergencia si se detectan niveles peligrosos.
3. Formación del personal: Todo el personal que trabaje en o cerca de espacios confinados debe estar capacitado en el uso de equipos de detección y medición de amoniaco, así como en los procedimientos de emergencia en caso de una fuga.