La protección contra caídas es esencial en cualquier entorno laboral, ya sea en la construcción, la industria o en cualquier otra actividad que implique trabajar en altura.
En toda planificación de la acción preventiva debe prevalecer una jerarquía para el control de los riesgos derivados de las caídas a distinto nivel.
La protección contra caídas puede jerarquizarse de las siguientes fases: eliminación del riesgo, protección del riesgo de caída con protección colectiva, restricción del riesgo de caída, protección de la caída y el gran olvidado, el rescate.
A continuación, se explicará cada una de estas fases en detalle.
FASE 1: ELIMINACIÓN DEL RIESGO
La primera de las opciones será siempre la eliminación del riesgo, es decir, no tener que exponer al operario al riesgo mediante la eliminación del mismo o el cambio de procedimiento para realizar la tarea.
Una de las formas de eliminar el riesgo de caída es mediante la reubicación de las tareas a una altitud segura o mediante el uso de sistemas de acceso más seguros. Por ejemplo, en lugar de trabajar en una escalera, se puede utilizar una plataforma elevadora o un andamio.
Otra opción es la eliminación de la necesidad de trabajar en altura mediante la realización de trabajos desde el suelo utilizando herramientas, pértigas y maquinaria especializada.
En resumen, se trata de ejecutar el trabajo sin tener que subir alturas con riesgo de caída, o bien, eliminar el hueco por donde pueda producirse la caída.
FASE 2: PROTECCIÓN DEL RIESGO DE CAÍDA CON PROTECCIÓN COLECTIVA
Si no es posible eliminar el riesgo de caída, la segunda fase sería la protección del riesgo de caída mediante el uso de la protección colectiva.
La protección colectiva se refiere a medidas de seguridad que protegen a varios trabajadores a la vez, en el caso de la seguridad en alturas nos referimos fundamentalmente a sistemas de barandillas, redes de seguridad y protecciones de lucernarios.
Barandillas EN 14122 |
Malla para lucernarios |
Redes de seguridad EN 1261 |
Dentro de este apartado, también podríamos incluir los sistemas de limitación de acceso a zonas con riesgo de caída mediante la señalización o balizamiento con cintas o cadenas. Un ejemplo claro de este método son los sistemas de balizamiento para cubiertas y estructuras análogas que son rápidos y fáciles de instalar y desinstalar.
Antes de pasar al siguiente punto, cabe recordar entre los principios de la actividad preventiva está el de anteponer la protección colectiva a la individual.
FASE 3: RESTRICCIÓN DEL RIESGO DE CAÍDA
La tercera fase de la jerarquía de protección es la restricción del riesgo de caída. Esto se logra mediante el uso de equipos de protección individual que limiten el desplazamiento del operario, no permitiendo que este llegue al borde o al hueco por donde se produciría la caída.
Esta técnica se puede poner en práctica mediante el uso de diversos subsistemas de conexión:
- Elemento de amarre (EN 354 / EN 355) – El operario se ancla mediante un cabo o elemento de amarre de una longitud inferior a la distancia que tiene hasta el borde de caída. De esta manera ante un resbalón, un tropiezo etc.. impedimos que el operario llegue a caer. En este caso el que sea un elemento de amarre sin absorbedor o un elemento de amarre con absorbedor de energía es irrelevante puesto que la caída no va a llegar a producirse y por lo tanto no hay energía de impacto que absorber, ni tampoco nos afecta en cuanto a la distancia libre al suelo disponible. Salvo algunos modelos concretos, los elementos de amarre suelen ser de longitud fija y en ningún caso puede superar los 2 m.
- Elemento de posicionamiento (EN 358) – Al igual que el sistema anterior utilizamos un elemento de cuerda o cinta anclado a nuestro arnés y. La diferencia fundamental con el sistema anterior es que los equipos de posicionamiento suelen ser regulables y están disponibles en varias longitudes desde 2 hasta 10 m. Esto nos proporciona una mayor versatilidad y campo de aplicación que un elemento de amarre..
- Anticaídas deslizante para cuerda (EN 353-2) con función de bloqueo – Otra opción a la hora de limitar o restringir una caída, son los anticaídas con función de bloqueo. Esto nos va a permitir una función similar
Anticaídas sin función de bloqueo |
Anticaídas con función de bloqueo |
Anticaídas Goblin de CAMP sin bloqueo activado (izq) y activado (derecha)
A continuación un ejemplo de uso del anticaídas deslizante para cuerdas con función de bloqueo como sistema de restricción.
FASE 4: PROTECCIÓN DE LA CAÍDA
Si no es posible evitar o restringir el riesgo de caída, la cuarta fase es la protección de la caída. Esto se logra mediante el uso de sistemas anticaídas (subsistemas de conexión) como elementos de amarre, anticaídas deslizantes o anticaídas retractiles.
Estos sistemas que ya hemos desarrollado en otro de nuestros artículos sobre sistemas anticaídas para cubiertas que podéis consultar, deben cumplir una doble función:
- Detener la caída (Evitar que el operario impacte contra el suelo)
- Minimizar la fuerza impacto (Evitar durante la detención de la caída que el operario reciba fuerzas de choque superiores a 6 kN, aproximadamente 600 kilos)
FASE 5: RESCATE
La quinta fase, y sin duda la eterna olvidada, es el rescate.
Si no hemos podido evitar la caída y el sistema anticaídas ha funcionado correctamente deteniendo la caída, debemos disponer de un plan de rescate para poder recuperar al operario que permanece en suspensión.
Para poder lograr unas tasas de éxito aceptables, este rescate ha de ser planificado y ha de realizarse de forma rápida. Tras la caída, y debido a los efectos del síndrome del arnés el personal ha de disponer de la información, formación y los kit de rescate necesarios para llevar a cabo el rescate.
Recordaros que la obligación de disponer de un plan de rescate adecuado queda recogido tanto en la ley de prevención 31/1995 como el RD 2177/2004.
FUNCIONES Y ESPECIALIDADES PROFESIONALES:
- Técnico superior en seguridad, higiene industrial y ergonomía y psicosociología.
- Formador trabajos en altura, PEMP, espacios confinados, atmósferas peligrosas y rescate industrial.
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