Un gran clásico de las consultas de los técnicos de prevención que recibimos es sobre los usuarios de equipos de protección contra caídas de más de 100 kg.
ANTECEDENTES
Los equipos de protección deben ser conformes al reglamento 2016/425 que sustituyó a partir de 2018 a la antigua directiva de EPIs 89/686/EEC. Los fabricantes aseguran este cumplimiento cumpliendo con las normas armonizadas EN.
Debemos tener en cuenta que cada norma fija, entre otras cosas, los procedimientos de ensayo de los equipos, entre los cuales tenemos ensayos de resistencia estática y dinámica. En la mayoría de los casos estas normas, en el apartado de ensayos hacen a su vez referencia a la norma EN 364:1993 – Equipos de protección individual contra la caída de alturas. Métodos de ensayo. En el apartado 4.2. “Maniqui” de esta norma, podemos observar que los ensayos estáticos y dinámicos se realizarán con un maniquí de 100 kg.
Por todo ello, llegamos a la conclusión de que los equipos se certifican en base a ensayos con maniquís de 100kg.
ENSAYOS ESTÁTICO Y DINÁMICO
Ensayo estático – La fuerza aplica de forma muy lenta. La velocidad de aplicación de la fuerza al material no debe influir en el resultado del ensayo. Este ensayo nos proporciona la resistencia estática del equipo.
Ensayo dinámico – La fuerza aplicada se realiza por medio de una masa en movimiento. La velocidad de la masa de ensayo determina el resultado del ensayo. Este ensayo nos proporciona la resistencia y el comportamiento dinámico del equipo.
Para satisfacer los ensayos definidos en las normas EN, los equipos han de superar los mínimos exigidos y poseer una resistencia estática mínima y un comportamiento y resistencia dinámica adecuados.
RESISTENCIAS REQUERIDAS
La resistencia estática del equipo deriva directamente de los materiales que forman los equipos. En el caso de los componentes metálicos o textiles las normas nos exigen una resistencia mínima a la tracción de 15 kN, es decir, aproximadamente 1500 kg. Este es un criterio de mínimos, hay equipos, como por ejemplo la cinta de anclaje de Truck Loop de Camp Safety, que pueden soportar desde 45 a 90 kN (4500 – 9000 kg) en función de cómo se instale.
Extracto del manual de la cinta Truck Loop de Camp Safety
En cuando a resistencia estática cabe destacar que, aunque sólo tuviéramos un equipo que cumpliese con la exigencia minina de los 15 kN, en caso de tener un usuario de 150 kg, tendríamos un factor de seguridad 10.
Por otro lado, tendremos en cuenta que, conforme a la EN 795:2012, la resistencia mínima estática para dispositivos metálicos es de 12 kN y de 18 kN para dispositivos textiles.
En lo que respecta a la resistencia y comportamiento dinámico, hay que tener en cuenta que, para garantizar la seguridad del usuario, las normas, (concretamente la EN 363 – Sistemas de protección individual contra caídas), exigen que un sistema de protección anticaídas no puede transmitir al usuario una fuerza de choque superior a 6 kN (aprox 600 kg).
Entendemos como sistema anticaídas aquel sistema de protección cuya función es doble, por un lado detener una caída libre, y por otro lado, minimizar la fuerza de impacto que actúa sobre el cuerpo en el proceso de detención de dicha caída. Es por ello que lo que deben verificar los ensayos es, no sólo que el equipo no se rompa dejando caer al usuario, sino que el sistema absorbe o disipa energía minimizando las fuerzas de choque por debajo de 6 kN. Debemos recordar que un sistema anticaídas está formado por 3 elementos: Arnés + subsistema de conexión + anclaje
Links: Arnés Elemento amarre Anticaídas cuerda Retráctil Anclajes
ACLARACIONES Y REFLEXIONES
En primer lugar, tomamos en consideración que, si bien en muchos casos la masa de ensayo para obtener la certificación bajo la EN corresponde a 100 kg, en ninguna de esas normas establece ningún peso máximo para los usuarios como sí sucede con algunas normas americanas ANSI. En otras normas, podemos encontrarnos con que directamente estipulan que el ensayo debe realizarse con el peso máximo declarado por el fabricante en su manual de instrucciones.
Evidentemente, esta última, es la forma más lógica de proceder. Hay que darse cuenta de que por ejemplo la norma EN 364 que establece los métodos de ensayo de 1993 todavía está vigente y probablemente necesite una actualización para subsanar esta problemática.
En resumen, como acabamos de ver en el apartado anterior, el que se rompa un equipo de protección contra caídas es altamente improbable debido a los márgenes de seguridad que se manejan, eso si, siempre y cuando el equipo este en buenas condiciones y se utilice para los usos previstos por el fabricante en su manual de instrucciones. No se conoce ningún caso de rotura de un equipo por haber sido utilizado por un usuario de más 100 kg.
Cuando hablamos de usuarios con un peso superior al ensayado de 100 kg, lo verdaderamente relevante es garantizar que la absorción de energía del sistema anticaídas es adecuada y suficiente para minimizar la fuerza de choque por debajo de 6kN.
Extracto de la norma EN 363 apartado 4.2.4 Sistema anticaídas
Dado que en la mayoría de los casos podemos considerar despreciable la absorción de energía del arnés y del anclaje, nos queda claro que el subsistema de conexión utilizado es el que determina la fuerza de choque en la caída.
Del párrafo anterior extraemos que lo esencial no es buscar arneses para usuarios de 100 kg, que por desgracia es en lo que se quedan muchas veces los técnicos de prevención cuando se enfrentan a esta problemática. Lo que va a garantizar la seguridad del usuario en caso de caída, es seleccionar un subsistema de conexión (retráctil, anticaídas deslizante o elemento de amarre) que haya sido validado y testado para el peso del usuario permitiendo que no supere los 6 kN de fuerza de impacto. Verificando que no se supere esta fuerza, tanto aseguraremos que el sistema en su conjunto aguante las cargas, como que el operario no sufra daños derivados de la detención de caída.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que ciertos tipos de equipos no disponen de indicaciones relativas a los ensayos dinámicos en sus respectivas normas EN porque no han sido diseñados para soportar caídas, por ejemplo los equipos de posicionamiento (EN 358), los bloqueadores (EN 12841 Tipo B) y los descensores (EN 341 y EN 12841 Tipo C). En el caso concreto de los descensores, lo que si evalúa a efectos de poner un límite al peso máximo del usuario, es la capacidad de disipación de energía producida en un descenso que depende directamente del peso de usuario.
Acompañamiento en suspensión
Finalmente, debemos hacer mención a las limitaciones de equipos cuando se utilizan con maniobras de rescate con acompañamiento en suspensión, es decir, cuando rescatador y victima descienden compartiendo equipos. Este caso concreto es recogido por algunos fabricantes que dan un limite de peso para uso en condiciones normales del equipo y un limite de peso superior sólo para este tipo de maniobras en concreto.
Un ejemplo sencillo lo vemos con el descensor compacto de CAMP modelo DRUID PRO que nos permite su uso normal por 1 usuario hasta 120 kg pero caso de rescate hasta 200 kg si vamos a 2 cuerdas (Foto de la izquierda: sistema de regulación de cuerda EN12841/C) o sólo 120 kg si vamos a una cuerda sola (Foto de la derecha: dispositivo de salvamento mediante descenso EN 341). También tenemos un caso similar con algunos anticaídas como por ejemplo el GOBLIN.
CONCLUSIONES
Los subsistemas de conexión se diseñan y testean por los fabricantes y laboratorios notificados con masas de 100 kg, tal y como recogen las especificaciones de la norma EN 364, pero, ¿Cómo se comportan estos sistemas con masas superiores?, ¿Quién puede certificar un equipo para más de 100kg? Pues bien, dado que no existe norma de referencia y ningún otro criterio de reconocido prestigio que regulen estos ensayos, cada fabricante realiza sus propios ensayos y test para evaluar el comportamiento del equipo.
En la recomendación del comité VG11.062 nos indica que los equipos han de superar el test dinámico (que marca la norma correspondiente) para el peso máximo declarado por el fabricante en su manual de instrucciones. Por lo tanto, es el fabricante quien debe expresar bajo qué condiciones se puede utilizar ese equipo y que este uso puede comportar instrucciones y limitaciones de uso complementarias.
¡¡Atención!! Hay fabricantes que promueven la máxima del “yo me lo guiso… yo me lo como”, es decir, fabricantes que certifican el uso de un arnés, por ejemplo, para 120 kg, si y sólo si, lo utilizas en conjunto con su subsistema de conexión. En cristiano, yo te lo certifico, pero si me lo compras todo a mí, porque yo he ensayado mis equipos en conjunto y no sé cómo trabajan con los equipos de la competencia.
FUNCIONES Y ESPECIALIDADES PROFESIONALES:
- Técnico superior en seguridad, higiene industrial y ergonomía y psicosociología.
- Formador trabajos en altura, PEMP, espacios confinados, atmósferas peligrosas y rescate industrial.
- Revisor/instalador autorizado por más de 15 fabricantes distintos de equipos contracaídas, sistemas de rescate y líneas de vida.